30 de agosto de 2007

Días memorables (Michael Cunningham)


Cunningham ha intentado repetir la fórmula del éxito que le llegó con Las horas en esta novela compuesta igualmente sobre la base de tres historias independientes pero, de algún modo, relacionadas entre sí. En Días memorables los elementos cohesionadores de la historia son Nueva York y Walt Whitman. Sin embargo, y a diferencia de su obra anterior, no parecen ser suficientes para dotar de un sentido al libro como conjunto ni aportan un significado especial a esta pequeña trilogía.

Las tres historias transcurren en Nueva York en diferentes momentos históricos (el despunte de la Revolución Industrial, el periodo posterior al 11-S y un futuro en el que Nueva York se convierte en una especie de parque temático testimonio de un tiempo que ha pasado y que se contempla con asombro y curiosidad).

En la máquina es la primera de estas historias en la que su protagonista es un niño que, tras la muerte de su hermano en un accidente laboral, ocupa el lugar de éste tanto en la fábrica como en la familia y, de algún modo, pretende asumirlo también protegiendo a la prometida de su hermano. Lucas tiene dificultades para expresar sus ideas de modo que recurre a los versos de Whitman para expresar sus emociones y para tratar de entender lo que le rodea. La historia se desarrolla con la constante presencia del espíritu del hermano ausente y su influencia.

Sin duda, la mejor de las tres pequeñas novelas por su belleza y lirismo y en la que la presencia de Whitman (tanto a través de sus versos, como física) contribuye a lograr ese objetivo). Cabe destacar que, mientras transcurre esta época, Whitman está aún revisando y completando Hojas de Hierba y en sus versos se refleja igualmente ese mundo naciente de los obreros y las máquinas, frente a la imagen excesivamente pastoral y campestre que se suele atribuir a su obra poética.

La cruzada de los niños es la segunda historia que narra cómo una psicóloga que trabaja para la policía atendiendo llamadas de psicópatas y terroristas, se ve afectada por sus conversaciones con un niño que amenaza con saltar por los aires explotando un bomba en el centro de Nueva York. El pasado de la mujer y su vida insatisfecha llevan a Catherine a tomar la decisión equivocada, y lo que es peor, ser consciente de ello cuando ya es demasiado tarde. Whitman se manifiesta a través del lenguaje de los niños, debidamente manipulados, que pretenden con sus atentados crear una nueva Arcadia rural y poder vivir sobre la hierba como en tiempos pasados.

Esta segunda historia no llega a la altura de la primera pero resulta sumamente interesante el modo en que se va gestando, casi inevitablemente, la decisión de Cat quien, a su vez también busca su propia Arcadia.

Finalmente, Cual belleza es la tercera historia, ambientada en un futuro no muy lejano, tras un desastre que ha exterminado la vida de gran parte del planeta, en el que conviven humanos, humanoides y seres de otro planeta en condición de semi-siervos. Nueva York es, prácticamente, un destino turístico en el que se puede observar cómo era la vida anterior al desastre, a través de figurantes que pueblan sus calles y visten y actúan tal y como se hacía en aquella época. Un miembro de cada de una de estas “especies” forman el trío que tratan de huir de la ciudad en busca de un mejor destino.

En esta huida atisban un mundo asolado, poblado por bandas sin ley, autoridades impenetrables o grupos de cristianos primitivos. En su destino, Denver, contactan con el creador de Simon quien, para dotarle de algún tipo de sentimiento o sensibilidad, le incluyó en su memoria y circuitos, la obra de Whitman. En el momento de su llegada, el científico está preparando el viaje a un planeta remoto que les permita vivir alejados de la locura en que se ha convertido la Tierra (otra Arcadia imaginaria). Simon decide finalmente no acompañarles en el viaje logrando así superar su condición mecánica de hombre de hojalata.

De las tres historias la primera es ciertamente memorable, como el título del libro indica, la segunda es interesante y bien construida, la tercera parece un tanto forzada al plan prediseñado por el autor. En cualquier caso, cabe destacar que la maestría de la escritura de Cunningham hace de la lectura de todas ellas un placer que recompensa con creces el esfuerzo.

Es obligación del autor ofrecernos en el futuro un libro en el que fondo y forma alcancen un equilibrio que justifique su inclusión entre los mejores escritores de su generación.



6 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos, Gww.
Es muy interesante el resumen que haces de la obra de Cunnigan, tanto que lo he puesto en Word para poder leerlo tranquilamente y pasarlo a mi hija que es muy aficionada a leer.
Desconocía al autor.
Gracias sinceras.
Agradezco que pasaras por el blog y comentaras.
Hasta pronto.

Anónimo dijo...

Disculpa, Gww.
No me he dado cuenta de que envié el comentario sin firma.
Saludos cordiales.
Vicentita

Gonzalo Muro dijo...

Muchas gracias por tu comentario y tu visita, espero que disfrutes de este libro.

Anónimo dijo...

Hola, de nuevo.
Tras leer con detenimiento tu interesante reseña, me he dado cuenta de que también es el autor de "Las Horas".No me gustó demasiado el libro pero sí que disfruté mucho de la película.
Apunto el nuevo título y vuelvo a darte las gracias.
Un cordial saludo

Anónimo dijo...

La verdad es que creo que es el libro más flojo de Cunningham, empece leyendome "Las Horas" y no sé porque no quería que se acabara nunca... cada página era poesía. Luego me leí de una sentada "De carne y hueso", libro fácil de leer y lleno de sensibilidad (no poesía como Las horas, pero más directo); así que llegó "Una casa en el fin del mundo" bonito a ratos pero dejando mucho que desear a los otros dos... Y así que nada más se publicó "días memorables" me lo compré, me encantó la primera historia, me recordó a la buena prosa y lirismo, la segunda no llegóa transmitirme nada de lo que el autor deseaba dar, y la tercera, lo siento mucho pero no la pude acabar, el libro no me llegaba. A lo mejor no fue la mejor semana para leermelo, pero creo que es sin duda, la peor novela, al menos lo que hace la tercera parte...

Gonzalo Muro dijo...

Estoy de acuerdo contigo. ÑLa primera historia es muy atractiva pero el libro va perdiendo interés lenta pero constantemente (incluso la última historia es claramente prescindible. El recurso a Whitman resulta también forzado.

En fin, espero contigo en que el siguiente libro nos ofrezca un poco de esperanza en este autor.

gracias por tu visita.