10 de julio de 2009

El maestro de almas (Irène Némirovsky)


La obra de Irène Némirovsky viene siendo objeto de una especial atención gracias al “descubrimiento” de una novela inacabada (Suite Francesa), que se reveló como uno de los mayores éxitos literarios del año 2004 propiciando la posterior publicación en 2007 de otra novela inédita, la reedición en Francia del resto de su obra y, en el resto del mundo, la publicación de la mayor parte de ella por primera vez.

Una de estas obras es El maestro de almas, novela por entregas que la autora publicó entre febrero y agosto de 1939 en la revista Gringoire bajo el título de Las escalas de Levante, sustituido por el actual para la edición actual en libro publicada en 2006 con el fin de evitar confusiones con la novela homónima de Amin Maalouf.

Es interesante ver cómo esta forma de publicación por entregas ha caído en el olvido en nuestros días pese al vigor de que gozó en el pasado. Durante el siglo XIX numerosos autores publicaron sus novelas en este peculiar formato (si tenían éxito se editaban como libros, con las adaptaciones y correcciones de estilo precisas): Víctor Hugo publicó nada más y nada menos que Los miserables; Flaubert, Madame Bovary; Balzac, la Comedia humana y más recientemente, Truman Capote publicó en The New Yorker A sangre fría entre otros muchos ejemplos.

En el caso de El maestro de almas se aprecian algunas de las características a las que este tipo de publicación fuerza: cierta simplicidad en los personajes (especialmente en los secundarios, no así en el caso del protagonista), número limitado de personajes con apariciones puntuales y no recurrentes a lo largo de la obra, reiteraciones para refrescar la memoria del lector, capítulos de una extensión similar, cada uno de ellos abordando una escena o tema de manera completa pero avanzando algo de lo que queda por venir, para mantener la atención de lector obligándole a la compra del próximo número, etc.

Pero todo ello realmente sólo se hace apreciable en cuanto estemos al tanto del origen del texto; en otro caso, apenas percibiremos estos recursos lo que da buena prueba de la extraordinaria técnica de la autora rusa, ya que en la edición de esta novela no se ha realizado modificación ni corrección alguna al texto publicado en Gringoire.

En su doble condición de judía y extranjera, Irène Némirovsky no podía ser ajena a la realidad social de la Francia de los años veinte y treinta, al indisimulado rechazo que sufrían judíos e inmigrantes del Oriente (griegos, turcos, rusos, etc). Todo ello forma el sustrato argumental y espiritual de El maestro de almas. La historia narra la vida adulta de Dario Asfar, un emigrante ruso que huye de sus orígenes miserables en Crimea, que completa sus estudios de medicina en Francia comenzando una lucha sin tregua por el reconocimiento social y el éxito económico que le alejen de una imagen que le persigue como fantasma de un pasado próximo y aún posible en sus peores pesadillas: la de sus compatriotas hambrientos, hacinados, a merced de la fortuna o los golpes del destino.

Pero Dario Asfar vive atrapado entre sus orígenes vergonzantes y el racismo -y clasismo, verdadera esencia de todo racismo- de la alta sociedad francesa a la que aspira a sumarse. Y fruto de esta tensión, su desmedida ambición que le llevará a traspasar con frecuencia la línea sutil y borrosa que separa a los hombres honestos (los saciados, para quienes el tiempo ha borrado las huellas de unos antepasados arribistas y aventureros) de aquellos que deben renunciar a sus elevados principios (los hambrientos, aquellos que pelean por ascender en la “escalera del éxito”).

Avezado conocedor de los entresijos del alma de los hombres, termina por convertirse en el “sanador” de aquellos que le cierran las puertas de sus residencias, en confesor y confidente de las mujeres que miran a la suya por encima del hombro por culpa de un leve acento extranjero. Y conociendo la necesidad de adulación de estos fatuos personajes, sus limitaciones y faltas, sacará partido de ellas y logrará fama y dinero, reconocimiento y poder; lo que no le aleja en ningún caso de las sospechas, los comentarios y de un cierto rechazo que aquellos que recurren a sus servicios se cuidan de ocultar; no hay éxito completo, quizá nunca lo haya.

En esta lucha sin tregua pierde el amor de su hijo quien sólo ve los actos inmorales de su padre, su desmedida pasión por lo material, su afición por mujeres distintas a su madre. Pero el hijo, a quien nada falta, no es capaz de asomarse al vacío pozo del que su padre, ayudado en todo momento por su fiel esposa, extrae la fuerza para no volver a caer. Ese papel de reveladora de almas lo cumple sobradamente Irène Némirovsky quien nos muestra esa ambivalencia, esa doblez de Dario; sin justificarla, pero iluminando sus aspectos más humanos, probablemente porque gran parte de lo que narra tuvo que vivirlo en primera persona.

De ahí que Irène no juzgue a su personaje dejando tamaña tarea al lector y sus circunstancias, pero sin hurtarle elementos de decisión. ¿Cuál es el veredicto, por tanto? Parece claro que la ambición social parte del deseo de Dario Asfar de proteger a su mujer e hijo, pero ello le lleva a violar las normas deontológicas de su profesión, le arroja en brazos de jóvenes mujeres que sólo ven en él ese brillo que el dinero parece otorgar a los ojos de los simples. Pero ese proceder le aleja de aquello que más ansía: el amor de su hijo y el reconocimiento de Sylvie Wardes, una extraña mujer a la que conoce cuando aún pugna por salir adelante y cuya rectitud y moralidad se alza como referencia a lo largo del libro. ¿Qué ha logrado Dario en este largo viaje? Quizá mucho menos de lo que ha dejado por el camino. Comprender las circunstancias no equivale a justificar, explicar una conducta no implica admitir su necesidad. Pero ¿quién no sacrifica algo de sí mismo a cambio de aquello que cree desear?¿Quién no cree, como el maestro de almas, que esta renuncia no es sino temporal y circunstancial?¿Quién no se juzga superior a otros y anhela que un acto de justicia coloque a cada uno en su lugar?

Difíciles preguntas las que nos lanza Irène Némirovsky. Suyo es el mérito de que el juego sutil de su escritura las deslice sibilinamente en nuestra conciencia mientras avanzamos en la lectura del libro. Mérito suyo el que, cuando creemos tener una respuesta, un juicio certero, haga surgir un nuevo elemento que nos fuerce a replantearnos completamente la opinión formada. Porque, en definitiva, es de sabios saber formular preguntas, más no se puede pedir a la Literatura; las respuestas tocan a otros.

La edición de Salamandra cuenta con traducción de José Antonio Soriano (logra hacer de la lectura un placer libre de sobresaltos o altibajos estilísticos) e incorpora un epílogo escrito por Olivier Phillipponnat y Patrick Lienhardt, autores de una biografía de la autora, en el que examinan con detalle el ambiente social y literario por el que se movía Irène Némirovsky, las dificultades para publicar, su ambigüedad con el antisemitismo de los diarios y editoriales en que publicaba, etc. También se detallan aspectos de la génesis de El maestro de almas (inicialmente el protagonista sería griego o norteamericano) o se aclaran numerosas claves que para el lector actual pueden permanecer ocultas.

El maestro de almas, sin lograr trasladar la misma emoción que Suite Francesa, pone de manifiesto el porqué Irène Némirovsky es una autora actual pese a que mucho de su estilo recuerde a novelistas del siglo XIX. Su obra tiene la capacidad de formular preguntas e incomodar al lector, plantea asuntos que hoy permanecen vigentes. En un tiempo en que muchos vuelven su mirada hacia mundos del pasado o fantasías irreales, Irène Némirovsky nos devuelve al mundo que nos ha tocado vivir, a una realidad que definimos con nuestras decisiones diarias. Y en eso estamos.

20 comentarios:

molinos dijo...

¡Que alegría volver a leer tus críticas!. Siempre es un placer. Sencillamente espectacular.

De Nemirovsky he leído varios pero éste no. Aparte de Suite francesa te recomiendo muchísimo "El Baile", un libro increiblemente cruel.

e. r. dijo...

hola, gww

siempre me han dado curiosidad los libros de esta mujer, pero por sus precios (salamandra en argentina está por las nubes), hace que tenga que retenerse uno, ante la sospecha de una autora creada por una editoria. pero por lo que se ve, es bastante interesante.
un gusto leer tu crítica.
saludos

Fuensanta Niñirola dijo...

Vaya, ¡de nuevo en la carretera!Me ha gustado mucho tu reseña, GWW, el libro lo leí hará unos meses y me gustó, sin llegar a las cotas de Suite francesa, desde luego, pero es una autora que tiene una manera de escribir que me gusta, y como dices tú, presenta los hechos sin prejuzgar, los pone en bandeja y tu ya te apañas con ellos. Acabo de terminar "David Golder", que tenía en mi estantería hace siglos y no me decidía a leer. Es terriblemente dura, ¡y es la primera que publicó!Te la recomiendo, para que vayas completando su obra.¡Saludos y feliz rentrée!

Golem dijo...

No he leído a la autora, y creo que me gustaría. ¿Por dónde empezar?. ¿Por la ya famosa Suite?.

Saludos

Ybrim dijo...

Bueno pues como no he leído nada de la autora y entre todos me habéis puesto los dientes largos la tendré presente para próximas lecturas.

Un placer volver a leerte.

Saludos.

RebecaTz dijo...

Anoto el título, también me gustó mucho tu reseña.
De esta escritora sólo he leído El baile, y me falta comprar la inaplazable Suite francesa.

¡Saludos!

Fuensanta Niñirola dijo...

Yo empecé con la famosa Suite Francesa. El problema es que, en mi opinión, es su mejor obra, aunque otros dicen que lo es David Golder. Y claro, luego las otras te pueden parecer por debajo del listón. Pero bueno, si hay que elegir, la Suite es genial, en mi opinión.

C.C.Buxter dijo...

También yo me alegro de leer reseñas nuevas. Aunque la verdad es que no he leído este libro ni nada de la autora, así que poco tengo que decir al respecto...

Lo de los libros por entregas es una pena, porque pese a algunos excesos del folletín, muchas historias son interesantes. Además, es algo que me extraña, teniendo en cuenta el auge actual de las series de televisión, que vienen a cumplir la misma función respecto de las películas.

Gonzalo Muro dijo...

Molinos, ¡gracias por tu espera! Ando algo liadillo y estoy retrasado con los comentarios, pero poco a poco van saliendo. La verdad es que sólo he leído este libro y Suite Francesa pero es realmente interesante cómo lo personal se inmiscuye en su obra sin hacerle perder distancia y con cierta "frialdad objetiva" (el caso de Suite Francesa es espectacular; cómo trata a los alemanes, sabiendo que poco después de escribir esas páginas sería deportada, hecho que ya podía imaginar). No he leído El baile pero creo que poco a poco irán cayendo todas sus obras.

e.r. el gusto es tenerte a tí por estos lares. No sé cómo son los precios de Salamandra en Argentina(aquí no son de los más caros) pero seguro que en breve los sacan en bolsillo. Y no, no temas, no se trata de un producto editorial (aunque las editoriales traten de sacar partido), es una autora interesante a la que merece la pena tener en cuenta.

Ariodante, ¿cómo te va? Gracias por tus palabras, sé que eres toda una "experta" en esta autora. ¿Qué más nos puedes decir de David Golder? Tengo entendido que, en vida, fue su obra más reconocida y la que le abrió las puertas editoriales. Cuéntanos, y si haces la reseña, danos los enlaces.

Fab-Golem, coincido con la opinió de Ariodante; lo mejor es empezar por Suite Francesa porque creo que resume perfectamente las características de su estilo.

Ybrim, el placer es mío. En cuanto a próximas lecturas, ¡hay tanto que leer! Pero, al menos un libro de Irène, es una buena opción. Ya nos contarás si te decides.

Hola Andrómeda¡¡ Gracias por tu comentario. Por lo que se ve, mis próximos pasos deben ser David Golder y El baile. Y sí, te recomiento Suite Francesa.

C.C Buxter, un placer tenerte de nuevo por aquí. Es muy interesante la reflexión que haces sobre las series de televisión, que han ocupado esa parte del imaginario colectivo que antes podía corresponder a ciertas publicaciones. Es verdad que hay pocas cosas nuevas bajo el sol, cambian las formas pero el fondo permanece (qué sabio era Heráclito).

Un abrazo a todos.

lammermoor dijo...

Hola Gww, me alegro de ver que retomas las "confesiones".
De Irène Némirovsky tan solo leí Suite Francesa y El baile. De la primera diré que me gustó mucho y me llamó la atención la forma en que está escrita; mientras la leía pensaba en que me recordaba la forma de escribir de otros autores de finales del S.XIX principios del XX., completamente distinta de los escritores actuales.
En ella se encuentran algunos de los temas que mencionas referidos al Maestro de Almas y que también figuran en el Baile. Los judios "nuevos ricos" que intentan encontrar un lugar en una sociedad que sin embargo los desprecia.
Respecto a El Baile, coincido con Molinos. Cuanto odio reconcentrado. A pesar de su brevedad, tuve que hacer una pausa a mitad de lectura para poder ser capaz de continuarla.
Y coincido contigo esta autora no es un mero "producto editorial".
Un saludo para todos.

Anónimo dijo...

hola, soy montag de la web http://www.melibro.com; amigos de alejandro de la pasión inutil.
Soy gran admirador de la obra de Nemirovsky. Suite francesa es una obra magistral y david golder, el baile, un niño prodigio son muy buenos libros. El libro que comentas no lo leí aún, pero por lo que cuentes es muy interesante y sin duda lo leeré.
Aprovecho para saludarte y decirte que me gustó tu web y que sin duda la visitaré de nuevo
saludos

Gonzalo Muro dijo...

Lammermoor, has despertado mi interés con El baile, parece realmente una obra que ha impactado a todos los que la habéis leído. En fin, tarde o temprano caerá.

Montag gracias por tu visita a Confieso, espero que te veamos a menudo por aquí (y enhorabuena por tu página, vengo ahora de echarla un vistazo y está francamente muy bien).

Un abrazo a todos.

mario skan dijo...

Me llamó mucho a atención tu reseña. Sin dudas es una escritora que debe leerse. Suite francesa, qué buen título, me recordó a Femina suite de un escritor colombiano.
Como dijo Ever, la editorial salamandra está por la nubes, desde que edita Harry Potter, no para de facturar.
seguiré pasando.
saludos

Nínive dijo...

Hola!

Hacía mucho que no me pasaba y hoy me he encontrado con nueva actualización. Yo como muchos leí Suite Francesa y la verdad es que me impactó, me gustó mucho y creo que tengo una cuenta pendiente con el resto de obras de Némirovsky.
Un saludo

Gonzalo Muro dijo...

Gracias por tu visita y tu comentario mariano skan. Espero que Salamandra comience a sacar estos libros en bolsillo pronto y sean más accesibles, merece la pena.

Nínive, gracias por volver a pasar por esta página. Es cierto que la mayoría hemos comenzado a leer a esta autora gracias a Suite francesa, quizá lo mejor de su obra, pero también es injusto que su éxito oculte el resto de libros. Algunos comentarios anteriores citaban un par de libros que parecen ser también muy buenas novelas.

Un abrazo.

Salvatore dijo...

La verdad el libro no me llamó mucho la atención, pero lo que sí me gustó y mucho fue la manera en que hiciste tu reseña, que me pareció larga, pero no tediosa.

Te mando un abrazo, y espero que sigamos en contacto.

Gonzalo Muro dijo...

Hola Salvatore. Gracias por tu comentario elogioso. Si no te gustó esta novela no dejes de lado a la autora en todo caso y reserva para más adelante algún otro título como segunda oportunidad.

Un saludo.

Leox dijo...

Suite Francesa y el baile, tienen una prosa fantástica, la forma de describir el ambiente de los personajes, su cotidianidad es notable.
El libro sobre la vida de Chejov , también tiene muy buenas cosas.
Lo de la novelas por entregas creo que es por el cambio de formato de los grandes medios.
Antes las personas esperaban las novelas de Verne. Ahora hay libros para leer , pero no hay tiempo para leerlos , podemos leer todo Verne , pero no podemos imaginar la continuación de las historias

Josebla dijo...

Me gustó mucho tu entrada, Gww. A Némirovsky la conozco de hojear sus libros en las librerías. Pertenezco a la castigada troupe argentina , donde los libros se pagan a precio euro, así que hay que andar con pies de plomo para no cometer suicidio literario.
Me ayuda tu reseña y también los comentario de tus seguidores: vamos a tentar a la suerte con Suite francesa.
Nuevamente gracias por el gusto de visitar tus letras

Unknown dijo...

El ardor en la sangre