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24 de agosto de 2024

El guerrero a la sombra del cerezo (David B. Gil)

 


Imagina un mundo donde la Naturaleza es tan protagonista como el héroe que empuña la espada, donde la venganza y el honor se entrelazan en un Japón feudal que parece tan lejano como familiar. En su debut literario, David B. Gil logra introducirnos en esta atmósfera, en una historia que nos envuelve y atrapa con una maestría sorprendente para una primera novela. Si crees que ya lo has leído todo en la narrativa histórica, este libro te hará reconsiderarlo.






 

La historia de la Literatura está repleta de grandes personajes capaces de empujar una trama a lo largo de centenares de páginas. Desde los griegos hasta los más recientes éxitos de ventas, estas novelas acostumbran a enganchar a los lectores con una trama adictiva en la que cada capítulo, al modo del astuto Dickens, deja al desprevenido lector con el veneno del deseo de continuar leyendo, sea la semana próxima comprando el fascículo correspondiente, sea avanzando capítulos de manera desbocada.


También es frecuente que estos libros se conformen como grandes paisajes llenos de personajes cuyas vidas se entrecruzan, partiendo de un inicio en el que las relaciones no resultan evidentes, hasta entretejerse de manera orgánica y alcanzar asi el clímax.


Y esto es así como decimos, desde la Odisea, en la que los flashback y tramas paralelas resultan una novedad, hasta las más recientes sagas como Los hijos de la Tierra, Los hijos del Grial o la trilogía de El ocho, por citar solo algunos ejemplos de los que tengo referencia directa.


Es a la vista de esos antecedentes cuando uno pierde la sorpresa por la forma pero nunca por la trama que cada autor pretende trasladar. Y esta es la validez del género. Así como el rock entendido en un sentido amplio no deja de ser una variación sobre tres acordes con infinitas posibilidades, la habilidad del autor de este género logra idénticos resultados renovando el género, no tanto en los aspectos estéticos sino añadiendo nuevas tramas, personajes inolvidables o finales épicos.


Y nada de esto se ve entorpecido por el hecho de que casi siempre podamos anticipar el final del libro, porque los personajes sigan unos patrones más que predecibles o por la química combinación equilibrada de elementos como sexo, amor, amistad, ...


Esta habilidad no es fácil de conseguir y sorprende que en este caso, David B. Gil lo logre con su primera novela, El guerrero a la sombra del cerezo (Ed. Suma), un esfuerzo enorme según él mismo relata, que sorprendentemente fue rechazado por muchas editoriales y que vio la luz primeramente como autopublicación antes de ser rescatado por Suma de Letras para su publicación en 2016 tras alzarse con el Premio Hislibris de Novela Histórica y haber sumado un notable número de lectores.


En este caso, uno de los principales atractivos de esta historia es su ubicación, temporal y geográfica. Nos remontamos al Japón del siglo XVI, un momento en el que los diferentes señores feudales luchan entre ellos y contra la creciente influencia del shogunato en su afán por recortar los privilegios de las facciones que habían llevado al país a una continua guerra civil, a que muchos de los samuráis que perdían a su señor vagaran por los caminos creando problemas e inseguridad y en el que toda la vida civil parecía tambalearse sin una autoridad de referencia.


Seizo Ikeda verá cómo su vida será dirigida por un plan para vengar la desaparición de su clan. En este viaje contará con la ayuda de su maestro, Kenzaburo Arima. Conocedor de que la vida que espera a su pupilo no será fácil, reclamará ayuda de otro maestro, aunque tal vez éste sea un término inapropiado para el tipo de saberes que este nuevo personaje inculcará a Seizo, pero que le resultarán imprescindibles en su vida futura.


La trama del libro se entrecruza con la historia de Ekei Inafume, un médico que es reclutado como espía para tratar de instalarse en un feudo rival y así conocer las verdaderas intenciones del señor. Este peculiar médico, que ha conocido la ciencia médica de los occidentales, lo que le permite contar con una pequeña ventaja competitiva respecto de los médicos locales, que le abrirá un pequeño resquicio para cumplir su misión.


Cómo convergen estas historias y si el joven logra llevar hasta el fin su venganza queda en manos del lector ya que precisamente el encanto del libro se encuentra en seguir el discurso narrativo del autor. Pero sí vamos a destacar algunos aspectos de los que el lector podrá disfrutar si inicia la lectura del libro.


En primer lugar, es conocido que en el Japón y en general en todas las culturas orientales, la Naturaleza desempeña un papel fundamental hasta el punto de convertirse en una realidad pareja a un personaje. En este libro la Naturaleza se convierte en refugio, en el lugar en el que uno se recluye cuando quiere coger fuerzas, pero también cuando requiere apartarse de las maldades y mendacidad de la civilización o cuando quiere huir de la culpa y el remordimiento.  

 

Otro aspecto en el que uno ha de detenerse por fuerza al leer estas páginas es la excelente ambientación, no tanto de la época sino en general de la cultura japonesa. Para acompañar al lector, David B. Gil nos ofrece un completo glosario al final del libro con el que ayudar a descifrar algunos términos o costumbres, lo que viene francamente bien a cualquiera que no sea un conocedor de esta cultura. Y es en esos pequeños detalles tan bien definidos, fruto de la ingente labor de documentación y corrección a que fue sometido el manuscrito de la obra, en lo que hayamos gran parte de la veracidad que arrojan estas páginas. La ambientación, las precisas descripciones de ropas, instrumentos, prácticas y rituales no sirven como interludios sacados de una página de internet con el fin de adornar la historia, sino que la dotan de sentido y armonía, dan coherencia a lo que se narra e incluso sirve como elemento que empuja la trama.


Aquí queda reflejado ese escrupuloso respeto por los ancianos, por las tradiciones, por los superiores que todavía hoy identificamos con la cultura japonesa. El no dar la espalda nunca al anfitrión, no mirar directamente a los ojos, los largos preámbulos antes de abordar una conversación más directa para no incomodar al interpelado, las maravillosas enseñanzas de los sabios espirituales orientales y tantas otras cuestiones que harán la lectura un placer para los amantes de ese mundo exótico.


Cierto es que los personajes vienen a ser algo prototípicos como no puede ser de otro modo y que los giros del argumento no alteran esta conclusión aunque puedan parecer relevantes. Pero lo cierto es que el libro se disfruta tanto por su argumento como por el lento discurrir de los acontecimientos engarzados en un contexto espléndidamente retratado.  

 

 


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16 de julio de 2024

Odisea (Homero)



La Odisea puede resultar un título intimidante por su antigüedad y resonancia, lo que hace creer a muchos que es una lectura ajena a nuestros gustos y valores. Un clásico es, en suma, un libro que se debe evitar para no quedar atrapado en el sopor de unas letras excelentes pero que a casi nadie importan, al menos esto es lo que muchos creerán.


Sin embargo, este pensamiento nos aleja de lecturas que, de un lado, nos entretendrán como pocas narraciones actuales podrán hacer y, de otro, servirán para hacernos comprender que tal vez no somos tan diferentes de un griego de hace casi tres mil años, que podemos tener un entendimiento del mundo bastante similar, emocionarnos e indignarnos con las mismas aventuras e injusticias que quienes se sentaban en el ágora de una ciudad del Peloponeso o de cualquiera de esas islas que pueblan esta increíble aventura.    


Tenemos la ventaja adicional, como ya señalara Javier Marías respecto de otras obras foráneas, de no poder leerla más que en nuestro idioma y en versiones actualizadas gracias a nuestra incapacidad para conservar el estudio de las lenguas clásicas, por lo que siempre podremos recurrir a traducciones actualizadas, salvando arcaísmos nos alejan de las obras escritas en castellano más reciente. Por otro lado, obviaremos la versificación que puede ser otro aspecto que nos aleje del texto original. Armados así, nos enfrentaremos a una narración en la que apenas encontraremos grandes diferencias respecto de otras obras, incluso saldrá más moderna en la comparación frente a novelas decimonónicas.


En mi caso, he recurrido a la edición de Austral, con traducción de Luis Segalá y Estalella y una Guía de Lectura a cuenta de Alfonso Cuatrecasas.

 

El argumento es de sobra conocido. Odiseo (Ulises para quienes prefieran la versión latina), tras causar la destrucción de Troya gracias al engaño del caballo en cuyo interior se esconden los más valerosos guerreros aqueos, parte de vuelta a su isla, Ítaca. Sin embargo, su retorno se alargará por veinte años, tal es la animadversión que ha levantado en algunos dioses como el poderoso Poseidón o el deseo que despierta en la bella Calipso. En este viaje, Odiseo sufrirá diversas aventuras, algunas tan conocidas como las de las sirenas y su canto embelesador o la del Cíclope cegado por una estaca gigante que siguen formando parte de nuestra peculiar mitología occidental como si el tiempo no hubiera transcurrido por ellas.


Finalmente, regresará a Ítaca merced a la mediación de Palas Atenea, diosa que siempre le es favorable, y allí se reencontrará con su hijo, Telémaco, a quien dejó apenas nacido y ahora convertido en su digno reflejo, y a su esposa, Penélope, quien debe sufrir la afrenta de quienes la pretenden en matrimonio creyendo o confiando que Odiseo ha perecido entre las olas.


Aquí no pararemos a discernir sobre la figura de Homero o la importancia de la tradición oral, ya que la Odisea era un poema para ser recitado por aedos en ceremonias y festividades. Tampoco entraremos a valorar su trascendencia e influencia, no solo en la Grecia Antigua sino en el resto de la Literatura Occidental. Nos centraremos tan solo, y por coherencia con la actualidad y vigencia de la que hemos hablado anteriormente, en aquellos aspectos que la hacen moderna, que nos pueden resultar tan actuales como si Homero no la hubiera escrito o compuesto hace más de tres mil años o como si nosotros no viviéramos en la era de internet, sino en una suave colina repleta de olivos y a la que llega levemente el sonido de las olas de un mar azulado, el tan temido Ponto del que habla nuestra historia.


Porque el Odiseo de la Odisea, a diferencia del de la belicosa Ilíada, es un hombre que podría quejarse con la voz amarga de Otelo, preguntando si él no sangra cuando se le pincha. Odiseo está hecho a la medida del hombre, no de los dioses o héroes. Su pecho se enciende cuando añora a Penélope, su alma se nubla cuando recuerda a todos los caídos en su largo viaje, su corazón se estremece cuando ve a sus compañeros devorados por el Cíclope. Es tan humano en sus sentimientos, que la venganza que siembra entre los pretendientes que buscan el amor de su esposa, y los sirvientes de su palacio que se han entregado a aquéllos, es casi una escena tan sangrienta como las que pueblan la Ilíada, pero esta vez con un impulso muy distinto, con una pulsión tan terrenal que todos podemos entender.   


Odiseo se define igualmente por su astucia, no la fuerza sobrehumana, sino aquello que nos diferencia de los animales y nos hace campar sobre ellos. Odiseo es inteligencia y maña por encima de la fuerza, es "fecundo en ardides" como le definen muchos de los personajes de esta historia. Odiseo se convierte así en una referencia accesible para cualquier hombre libre de aquella Grecia naciente, la que debería enfrentarse a naciones gobernadas por tiránicos y poderosos semidioses como los persas. Es una declaración de principios. No hay dioses que no puedan ser confundidos por esa astucia que los griegos reclaman para sí. Porque, pese al abultado número de deidades que pueblan este libro, juegan un papel casi de tramoya. Es la voluntad férrea del protagonista la que le impulsa, más allá de leves ayudas, de golpes de fortuna si hablásemos desde una visión más laica.



En esta obra se muestran también los diversos aspectos del comportamiento humano. La rectitud de Penélope y Telémaco, fieles al recuerdo del rey ausente. También la bajeza de quienes tratan de aprovecharse de su extravío en el inmenso mar. La de quienes honraron su recuerdo, la de quienes se aprovechan del débil y el mendigo, cobardes con los poderosos, valientes con los inferiores. Los oscuros juegos del Poder son dibujados con una viveza y vigencia que sorprenden a quien pase por estas páginas con ojos abiertos.


Pero Odiseo es tan humano que también cede a impulsos que le desvían de la rectitud. Así, cuando se hace al mar tras cegar al Cíclope, su soberbia le hace desafiarle a gritos, desvelando así su presencia, ocasión que el gigante aprovecha para lanzar un peñasco sobre las embarcaciones, a punto de zozobrar. También ese orgullo le lleva a querer escuchar el canto de las sirenas sin ser por ello arrojado a las profundidades del Hades. No es de extrañar que Kafka, en su breve narración, El silencio de las sirenas, hiciera burla del ingenioso itacense con un mutismo que le hiciera creer, entre otras posibilidades, que las sirenas eran aún más ingeniosas que él.


La técnica narrativa empleada usa flashbacks, algunas historias secundarias, nos lleva desde el Olimpo sagrado hasta el inframundo donde Odiseo conversa con su madre muerta, crea suspense e intriga, y otros muchos recursos que se harán habituales con el correr de los tiempos. Porque aunque aceptemos que el Quijote sea el auténtico nacimiento de la novela, lo cierto es que el viaje y lo que en él nos encontramos, tal y como señaló Kavafis, es tan relevante como su final mismo. Porque ese camino, que físicamente puede ser el mismo para cada uno de nosotros, para don Quijote, para Sancho, para Odiseo, lo cierto es que cada uno lo hace suyo, le da forma según su naturaleza y ser, conforme el albedrío que cada uno despliega.


Por ello, la Odisea merece la oportunidad de ser rescatada de las lecturas olvidadas, las que demoramos ante cualquier novedad inverosímil, porque nos puede ofrecer más y mejor que todas ellas, porque contiene casi todas las historias que podamos leer, las series que podamos ver adormilados, mientras dejamos que la vida se nos escape, al modo en que Penélope destejía cada noche lo que había tejido por el día, aguardando que algo ocurriera, que Odiseo apareciera de nuevo en su palacio.

 

9 de enero de 2007

Resumen

¿Por qué leer? Las respuestas son variadas. Para unos la lectura es una forma de entretenimiento, para otros un medio de aprendizaje, para otros la posiblidad de comprenderse mejor a sí mismos. Seguramente todas estas respuestas sean correctas en algún modo. Para mí, hoy y ahora, la mejor razón para leer está en los propios libros, ellos son el mejor estímulo para continuar leyendo, aprendiendo y disfrutando.

Y por si acaso no fuera suficiente, aquí van unas cuantas razones más....


  1. La conjura contra América (Phillip Roth)
  2. Homero, Ilíada (Alessandro Baricco)
  3. El viaje a la felicidad (Eduardo Punset)
  4. Viajando con los Rolling Stones (Robert Greenfield)
  5. Crucero de verano (Truman Capote)
  6. ¡Noticia bomba! (Evelyn Waugh)
  7. Rolling Thunder: con Bob Dylan en la carretera (Sam Shepard)
  8. Brooklyn Follies (Paul Auster)
  9. Memorias de mis putas tristes (Gabriel García Márquez)
  10. El hombre que confundió a su mujer con un sombrero (Oliver Sacks)
  11. Crónicas desde Berlín (1930-1936) (Eugenio Xammar)
  12. La balada de la cárcel de Reading (Oscar Wilde)
  13. Cuentos completos (Herman Melville)
  14. El enigma de Colón (Juan Eslava Galán)
  15. Allegro ma non troppo (Carlo M. Cipolla)
  16. Truman Capote. La biografía (Gerald Clarke)
  17. Nunca me abandones (Kazuo Ishiguro)
  18. Wouldn´t It Be Nice (Granata) / Pet Sounds (Fusilli)
  19. Timbuktu (Paul Auster)
  20. Psiquiatras, psicólogos y otros enfermos (Rodrigo Muñoz Avia)
  21. Bartleby y compañía (Enrique Vila-Matas)
  22. Llámame Brooklyn (Eduardo Lago)
  23. El baúl del abuelo (Nora Muro)
  24. Crónicas (Bob Dylan)
  25. Pastoral americana (Phillip Roth)
  26. Travesuras de la niña mala (Mario Vargas Llosa)
  27. Chicago Blues (Roddy Doyle)
  28. Yo que he servido al Rey de Inglaterra (Bohumil Hrabal)
  29. Mauricio o las elecciones primarias (Eduardo Mendoza)
  30. Cara a cara con la vida, la mente y el Universo (Eduardo Punset)
  31. Esta historia (Alessandro Baricco)
  32. Suite francesa (Irène Némirovsky)
  33. Redobles de Tambor y Diarios de Guerra (Walt Whitman)
  34. En Maremma (David Leavitt y Mark Mitchell)
  35. Viajes con Heródoto (Ryszard Kapuscinski)
  36. Viajes por el Scriptorium (Paul Auster)
  37. De praderas y bosques (Robert Louis Stevenson)
  38. Auschwitz. Los nazis y la “solución final” (Laurence Rees)
  39. El niño con el pijama de rayas (John Boyne)
  40. Kafka (Nicholas Murray)
  41. Cómo cortar un pastel y otros rompecabezas matemáticos (Ian Stewart)
  42. El Golem de Praga (Leyendas del gueto judío) / El Golem duerme en Praga
  43. Historias de Winny de Puh (A.A. Milne)
  44. Días memorables (Michael Cunningham)
  45. Arthur & George (Julian Barnes)
  46. Un antropólogo en Marte (Oliver Sacks)
  47. Una soledad muy ruidosa (Bohumil Hrabal)
  48. El banquero de los pobres (Muhammad Yunus)
  49. París no se acaba nunca (Enrique Vila-Matas)
  50. La Gran Vía es New York (Raúl Guerra Garrido)
  51. Kafka en la orilla (Hareki Murakami)
  52. Zelda y Francis Scott Fitzgerald (Kyra Stromberg)
  53. Regreso a Babilonia (F. Scott Fitzgerald)
  54. Conversaciones con Kafka (Gustav Janouch)
  55. En busca del barón Corvo. Un experimento biográfico (A.J.A. Symons)
  56. Una historia natural de los sentidos (Diane Ackerman)
  57. El Golem (Gustav Meyrink)
  58. Un lugar limpio y bien iluminado (Ernest Hemingway)
  59. La pulga de acero (Nikolai Leskov)
  60. Las aventuras del valeroso soldado Schwejk (Jaroslav Hasek)
  61. Sarajevo. Diario de un Éxodo (Dzevad Karahasan)
  62. El autobús perdido (John Steinbeck)
  63. Los testamentos traicionados (Milan Kundera)
  64. La interpretación del asesinato (Jed Rubenfeld)
  65. Operación Shylock (Philiph Roth)
  66. Historias de un gran país (Bill Bryson)
  67. Etiquetas (Evelyn Waugh)
  68. Dossier K. (Imre Kertész)
  69. Firmin (Sam Savage)
  70. Johann Sebastian Bach. Los días, las ideas y los libros (Ramón Andrés)
  71. La inmortalidad (Milan Kundera)
  72. Las aventuras de Barbaverde (César Aira)
  73. El cerebro se cambia a sí mismo (Norman Doidge)
  74. Inglaterra, Inglaterra (Julian Barnes)
  75. El asombroso viaje de Pomponio Flato (Eduardo Mendoza)
  76. El arte de la novela (Milan Kundera)
  77. Me casé con un comunista (Philip Roth)
  78. Kafka. Los años decisivos (Reiner Stach)
  79. La Praga de Kafka (Klaus Wagenbach)
  80. El clan de los Kafka (Anthony Northey)
  81. Nápoles 1944 (Norman Lewis)
  82. El hombre del salto (Don DeLillo)
  83. El gato sobre la cacerola de leche hirviendo (Manuel Valera)
  84. ¿Por qué las cebras no tienen úlcera? (Robert M. Sapolsky)
  85. Los artistas de la memoria (Jeffrey Moore)
  86. Bienvenidos al planeta Mod (Marcos Ruano)
  87. El mundo según Monsanto (Marie-Monique Robin)
  88. Stasiland (Anna Funder)
  89. La verdad de las mentiras (Mario Vargas Llosa)
  90. Todo fluye (Vasili Grossman)
  91. La casa de los encuentros (Martin Amis)
  92. Luces de Bohemia (Ramón del Valle-Inclán)
  93. La carretera (Cormac McCarthy)
  94. Berlín Alexandreplazt (Alfred Döblin)
  95. La perdida Ciudad Judía de Praga (Hana Volavková / Pavel Belina)
  96. Como una novela (Daniel Pennac)
  97. El maestro de almas (Irène Némirovsky)
  98. El Palacio de la Luna (Paul Auster)
  99. Carta de una desconocida (Stefan Zweig)
  100. El alma está en el cerebro (Eduardo Punset)
  101. Hablemos de langostas (David Foster Wallace)
  102. La embriaguez de la metamorfosis (Stefan Zweig)
  103. Los versos satánicos (Salmas Rushdie)
  104. Días de canela y menta (Carmen Santos)
  105. El Muro de Berlín - La frontera a través de una ciudad (Thomas Flemming)
  106. Faulkner y Nabokov: dos maestros (Javier Marías)
  107. ¿En qué creen los que no creen? (Umberto Eco y Carlo Maria Martini)
  108. El desierto de los tártaros (Dino Buzzati)
  109. El Pentateuco de Isaac (Angel Wagenstein)
  110. Submundo (Don DeLillo)
  111. Mozart de camino a Praga (Eduard Mörike)
  112. Kafka. Imágenes de una vida (Klaus Wagenbach)
  113. Branding Universitario: Marcando la diferencia (Miguel Carmelo y Sergio Calvo) 
  114. El maestro y Margarita (Mijaíl Bulgákov)
  115. La hija de Robert Poste (Stella Gibbons)
  116. Nueve meses de lecturas
  117. El quinto en discordia (Robertson Davies) 
  118. Momentos estelares de la humanidad (Stefan Zweig) 
  119. Superfreakonomics (Steven D. Levitt y Stephen J. Dubner) 
  120. Mal de escuela (Daniel Pennac) 
  121. Los inquilinos de Moonbloom (Edwar Lewis Wallant)
  122. Bilbao-New York-Bilbao (Kirmen Uribe) 
  123. El lamento de Portnoy (Philip Roth) 
  124. La educación del talento (José Antonoi Marina)
  125. Mi vida sin ti. Mi juventud perdida (Nora Muro) 
  126. Soy un gato (Natsume Söseki) 
  127. Kafka (Robert Crumb y David Zane Mairowitz) 
  128. Roscoe, negocios de amor y guerra (William Kennedy)
  129. El esnobismo de las golondrinas (Mauricio Wiesenthal)
  130. Oscurece en Edimburgo (7 Plumas) 
  131. Novela de ajedrez (Stefan Zweig) 
  132. Lluvia Negra (Masuji Ibuse) 
  133. El Elemento (Ken Robinson) 
  134. Lamentaciones de un prepucio (Shalom Auslander)  
  135. Here, There And Everywhere (Geoff Emerick) 
  136. El castillo en el bosque (Norman Mailer) 
  137. Los días contados (Miklós Bánffy)
  138. El tío Tungsteno (Oliver Sacks) 
  139. Isla de Nam (Pilar Alberdi)
  140. El cerebro infantil: La gran oportunidad (José Antonio Marina) 
  141. Cuando Kafka vino hacia mí... (Hans-Gerd Koch) 
  142. Vida e insólitas aventuras del soldado Iván Chonkin (Vladímir Voinóvich)
  143. Emaús (Alessandro Baricco)
  144. Aprenda Optimismo (Martin Seligman) 
  145. El viejo juez (Jane Gardam) 
  146. Un arte espectral (Norman Mailer)
  147. Vía Revolucionaria (Richard Yates) 
  148. La juguetería errante (Edmund Crispin) 
  149. Historias de Londres (Enric González) 
  150. Los secretos de la motivación (José Antonio Marina)  
  151. La toma del poder por los nazis (William Sheridan Allen) 
  152. La bella bestia  (Alberto Vázquez-Figueroa)
  153. El filósofo entre pañales (Alison Gopnik)
  154. Beatles Memorabilia: La colección de Julian Lennon
  155. Obra Selecta (Cyril Connolly)  
  156. Marco Aurelio. Una vida contenida (Fernando R. Genovés)  
  157. Edvard Munch. El alma pintada (Fuensanta Niñirola)
  158. La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey (Mary Ann Shaffer y Annie Barrows)  
  159. Historia universal de la infamia (Jorge Luis Borges) 
  160. El afinador de pianos (Daniel Mason)
  161. La librería ambulante (Christopher Morley) 
  162. La librería (Penelope Fitzgerald)
  163. El contable hindú (David Leavitt)   
  164. De Prometeo a Frankenstein (VV.AA.)
  165. Al este de Occidente (Miroslav Penkov)  
  166. ¿Ha muerto Shakespeare? (Mark Twain) 
  167. Shakespeare (Bill Bryson) 
  168. Hamlet (Shakespeare) 
  169. La tempestad (Shakespeare)  
  170. Hipnosis / La colonia (David Fernández Rivera)  
  171. La Hermanda de la Nieve (José VIcente Pascual)
  172. Martin Dressler. Historia de un soñador americano (Steven Millhauser)
  173. Una maleta llena de relatos (Generación Bibliocafé)  
  174. Cine o sardina (Guillermo Cabrera Infante) 
  175. La civilización del espectáculo (Mario Vargas Llosa) 
  176. A propósito de Abbott (Chris Bachelder)
  177. La Buena Novela (Laurence Cossé) 
  178. Hollywood revelado (Coord. Fernando R. Genovés)
  179. Walden (Henry David Thoreau) 
  180. We´re Going To See The Beatles – An Oral History of Beatlemania as Told by the Fans Who were There 
  181. La ilusión de la empatía (Fernando R. Genovés) 
  182. Sesión Continua / Animales en su tinta (Generación Bibliocafé) 
  183. Todo lo que era sólido (Antonio Muñoz Molina) 
  184. Los hermanos Sisters (Patrick deWitt) 
  185. Trifulca a la vista (Nancy Mitford) 
  186. Ágata (David Fernández Rivera) 
  187. Musicofilia (Oliver Sacks)
  188. Noticia de este Mundo (Gonzalo Muro) 
  189. Tune In: The Beatles: All These Years (Mark Lewisohn)
  190. El Teatro de Sabbath (Philip Roth)
  191. Dos veces bueno: Breviariode aforismos y apuntamientos (Fernando R. Genovés)
  192. Una temporada para silbar (Ivan Doig)
  193. Ávidas pretensiones (Fernando Aramburu)  
  194. Paseando por el Zoco Chico. Larachensemente  (Sergio Barce)
  195. Por Amor al Arte (Generación Bibliocafé)
  196. Las tres vidas de Stefan Zweig (Oliver Matuschek)
  197. Trieste (Claudio Magris y Angelo Ara)
  198.  Educar en el asombro (Catherine L'Ecuyer) 
  199. Bajo presión (Carl Honoré)
  200. Los espejos que se miran (Felicidad Batista) 
  201. Poner Límites (Robert J. Mackenzie)
  202. Praga mágica  (Angelo Maria Ripellino)
  203. Summerhill, un punto de vista radical sobre la educación de los niños (A.S. Neill) 
  204. Número Cero (Umberto Eco) 
  205. Querer a todos por igual (Nancy Samalin)
  206. El alma de las ciudades (Fernando R,. Genovés)
  207. Ha Vuelto (Timur Vermes)
  208. Charlotte (David Foenkinos)
  209. El cristiano mágico (Terry Southern) 
  210. Escuelas Creativas (Ken Robinson)
  211. Los renglones torcidos de Dios (Torcuato Luca de Tena)
  212. Derrota a Tiflos
  213. El infinito en un junco (Irene Vallejo) 
  214.  La aventura formidable del hombrecillo indomable (Hans Traxler)
  215. Sapiens. De animales a dioses (Yuval Noah Harari)
  216. El Estado emprendedor (Mariana Mazzucato)  
  217. Magallanes (Stefan Zweig)
  218. El regreso de Abba (Marc Ros)
  219. Crimen y Castigo (Fiodor M. Dostoievski) 
  220. Libertad (David Fernández Rivera)  
  221. El peluquero de los Beatles : Una mirada distinta, nunca antes contada, sobre el grupo y su época (Leslie Cavendish)
  222. Agua dura (Sergi Bellver) 
  223. Las aventuras de Hucklberry Finn (Mark Twain)
  224. El orden del día (Eric Vuillard) 
  225. Apaciguar a Hitler: Chamberlain, Churchill y el camino a la guerra(Tim Bouverie)
  226. Temblor y otros cuentos perturbadores (J. Mordel)
  227. Continente salvaje: Europa después de la Segunda Guerra Mundial (Keith Lowe)
  228. Y se hace música al andar ... con swing (Luis Escalante Ozalla)
  229. La música. Una Historia subversiva  (Ted Gioia) 
  230. La boca pobre (Flann O'Brien)
  231. ¿Éste es Kafka?: 99 hallazgos (Reiner Stach)
  232. Mi madre era de Mariúpol (Natascha Wodin)
  233. Feria (Ana Iris Simón)
  234. Nuestros antepasados (Italo Calvino) 
  235. En casa (Bill Bryson)
  236. Jinetes en la sombra (Diego A. Manrique)
  237. McCartney, la biografía (Philip Norman) 
  238. Mis gatos y otros familiares (Etología Felina / En la mente de un gato / En la mente de un perro) 
  239. La isla del tesoro  (Robert L. Stevenson)
  240. Berta Isla / Tomás Nevinson (Javier Marías)
  241. El fantasma y la señora Muir (R. A. Dick)
  242. Visigodos (José Javier Esparza) 
  243. SPQR: Una historia de la antigua Roma (Mary Beard)
  244. La séptima función del lenguaje (Laurent Binet) 
  245. Todo en vano (Walter Kempowski)
  246. Salgan con los libros en alto (Generación Bibliocafé)
  247. Faster (Eduardo Berti) 
  248. La torre elevada: Al-Qaeda y los orígenes del 11-S (Lawrence Wright)
  249. Océano África (Xavier Aldekoa)
  250. 1927. Un verano que cambió el mundo (Bill Bryson)
  251. Medio siglo con Borges (Mario Vargas Llosa) 
  252. No digas nada (Patrick Radden Keefe)
  253. La conspiración del General Franco y otras revelaciones acerca de una guerra civil desfigurada (Ángel Viñas)
  254. El gran salto (Jonathan Lee)
  255. Las vidas de Miguel de Cervantes: Una biografía distinta (Andrés Trapiello) 
  256. El coloquio de los perros (Miguel de Cervantes) 
  257. Novelas Ejemplares (Miguel de Cervantes)  
  258. A propósito de nada (Woody Allen)  
  259. Los Terranautas (T. C. Boyle) 
  260. Las armas y las letras (Andrés Trapiello)  
  261. Un paseo por el bosque (Bill Bryson) 
  262. Ya sentarás cabeza. Cuando fuimos periodistas (2006-2011) (Ignacio Peyró)
  263. Con destino a la gloria (Woody Guthrie) 
  264. Miss Merkel. El caso de la canciller jubilada (David Safier)
  265. El cuerpo humano (Bill Bryson) 
  266. Rojo y Negro (Stendhal)
  267. El imperio del sol (J. G. Ballard)
  268. John Lennon Mi hermano / Imagine This (Julia Baird) 
  269. Madrid (Andrés Trapiello) 
  270. Todo en su sitio (Oliver Sacks) 
  271. Juana la Loca. La cautiva de Tordesillas (Manuel Fernández Álvarez)
  272. Grandes esperanzas(Charles Dickens)
  273. The John Lennon Letters (Hunter Davies)
  274. De París a Monastir (Agustí Calvet - Gaztel) 
  275. Civilizaciones (Laurent Binet) 
  276. Indestructibles (Xavier Aldekoa)  
  277. Calle Este-Oeste (Philippe Sands)  
  278. Oro parece ... (Generación Bibliocafé)
  279. El turno de los perdedores (Serrgio Lozano) 
  280.  En otro país (David Constantine) 
  281. Kafka (I): Los primeros años (Reiner Stach) 
  282. Kafka (3): Los años del conocimiento (Reiner Stach) 
  283. Suite Italiana: Viaje a Venecia, Trieste y Sicilia (Javier Revete)
  284. Todas las almas (Javier Marías)  
  285. Los detectives salvajes (Roberto Bolaño)  
  286. Elvis (Generación Bibiocafé) 
  287. Los dibujos (Franz Kafka)
  288. New York, New York (Javier Reverte) 
  289. El último proceso de Kafka. El juicio de un legado literario (Benjamin Balint)  
  290. Blues. La música del Delta del Mississippi (Ted Gioia) 
  291. El ángel de Múnich (Fabiano Massimi)  
  292. Odisea (Homero) 
  293. Corazón de Ulises (Javier Reverte) 
  294. Explicar el mundo (Steven Weinberg) 
  295. El guerrero a la sombra del cerezo (David B. Gil) 
  296. Filosofía de la canción moderna (Bob Dylan) 
  297. Gozo  (Azahara Alonso)